viernes, 23 de julio de 2010

despeje




¿Quien lo creería?
en los secretos, en los suspiros
un halito acorazado
volando en alti bajos, respirando en alelies
como si la cuesta fuera tan escueta
mirando el horizonte escarmenado
confiando en el trazo empírico
donde se esconden las libelulas
en un precipicio altiplánico
buscando el principio atónito
simplemente dejando caer la premura
de reconciliar el pasado con la conciencia
¿Quien lo diría?
que las gaviotas sobrevuelan las acuarelas
pintando cuncunas multicolores
el viento rozando en oleo fresco
circunscrito el silencio
en las manos los oceanos, y el pestañear fracturado
¿Quien lo pensaría?
que los estadios de miradas arden
y la simpleza se situa en la estravaganza
de lo alcanzado, de lo situado en el faro
del volar en un espacio listo y sincero
pues los momentos ecuánimes
se volcan en la mesa marchita
poniendo de mantel una mancha de pilares volados
en lo estructurado
en lo fantasmagórico
conmocionando el pensar estoico...
porque lo que más pesa es la cornisa
es aquella que recae y atora las prisiones
de lo que dice, lo que rescata y adora
lo aterrador lo extraño de lo básico
en que el impacto sobrepone un clásico
ya no espero la nube ensañada de milagros
y el dominar las maldiciones se vuelve lo fundamental
¿Quien lo quiso?
el sitial
el colapso
del torbellino encantado
del volar colapsado
del sentir sin caer en lo tortuoso
siguiendo el camino
hacia la silla
una , (coma)
que silencia el ser...
y escapa en lo subversivo
hacia (..aqui..)
y sin fluctuar la paciencia
se proyecta en ( nada )