Encontre en la esquina del farol redondo
las flores que esperabas devorar...
entre la sincronía de la palabra
tus besos fueron vaciados a la constante
y he aquí los petalos brotando de tu boca
cayendo en lluvia, un panal de pistilos alambrados
encontré entre la angustia, el iluminismo de tus ojos enrabiados
y la muerte suscitó en el sofoco de tus flores
y tus manos se volvieron tenues
y la savia se volvió espesa
y el color se convirtió en horizonte
y yo aquí devorada
y yo aquí deshojada
con los pies enterrados
la piel enlodada
y la entrepierna atrapando el polen
un rosal inquieto quiere aprisionar los pechos
con las espinas aprieta la carne
para no dejar escapar la grieta
y la vida se me va en petalos
y los pechos se trituran
y tú, encabritado
Un poema reposado y maduro. versos magníficos con bellas figuras. Me gustó.
ResponderEliminarDejo un beso y un saludo cordial.
Hasta pronto.
¡Me encantó!
ResponderEliminarQue bellos versos. Toda la belleza de la flor y el dolor de las espinan se desangran en cada verso.
Felicitaciones.
mariarosa